Uno de los especialistas menos preferidos de muchas personas, especialmente de los niños, son los dentistas. En ocasiones, las consultas odontológicas pueden ser incómodas y dolorosas, por lo que es común que haya pacientes con fobia de asistir. Si trabajas en uno de estos espacios, aquí van algunas formas para que tus pacientes puedan evitar el pánico al dentista.
Aunque sabemos que es necesario ir al odontólogo con cierta frecuencia para mantener nuestra salud dental óptima, hay quienes no pueden evitar sentir pánico al dentista, ya sea por experiencias traumáticas previas o porque temen sufrir de dolor.
Como profesional de salud, debes aprender y poner en práctica que cada cliente sepa cómo superar el miedo al dentista. De esta manera, podrás brindarles una atención más empática y que deseen volver contigo nuevamente.
Te aseguramos que cualquier paciente que sea bien tratado y tenga una experiencia amena podrá superar este miedo paulatinamente y estará más dispuesto a ser atendido.
¿Por qué existe el pánico al dentista?
El miedo al dentista, también conocido como odontofobia, es una fobia reconocida incluso por la Organización Mundial de la Salud, así como por otras autoridades médicas internacionales. Esta fobia tiene serias consecuencias en salud física y emocional de quienes la padecen, puesto que hay personas que son incapaces de asistir ni siquiera a una revisión rutinaria con el dentista.
Esta afectación es mucho más común de lo que se podría creer, pues no son pocas las personas que evitan a toda costa la consulta odontológica para no sufrir de nuevo pánico al dentista.
Pero lo realmente complejo es que mientras más evitemos el momento de ir al dentista, más probabilidades tendremos de sufrir de alguna molestia bucodental y solo hay un profesional que puede resolverlo.
Si quieres saber cómo hacer que tus pacientes eviten la fobia al dentista, también debes comprender el origen de tal miedo. Es posible que este temor sea el producto de alguna experiencia negativa del pasado con algún otro profesional del sector, especialmente durante la niñez. Pero también puede ser influenciado por el rechazo que familiares y personas cercanas puedan mostrar.
Otras de las causas posibles están asociadas al miedo a sentir dolor y a la sensación de que se invade el espacio personal. Esto último es particularmente frecuente en las personas que son demasiado tímidas.
También puede darse el caso de que no exista una explicación racional para tal animadversión, pues, así como otras fobias, el pánico al dentista puede no tener alguna explicación lógica para algunos pacientes. Y esto la hace incluso más compleja y difícil de controlar.
Tipos de fobias al dentista
Para conocer maneras de cómo evitar el pánico al dentista en tus pacientes, es importante saber que existen diferentes niveles de miedo al odontólogo y que cada uno de ellos representa un tipo de complejidad distinto.
Si aprendemos a identificar los signos de cada uno de estos tipos, será más sencillo ofrecer contención a nuestros pacientes y ayudarles a superar sus incomodidades.
Ansiedad dental
El término ansiedad dental abarca el miedo y preocupación extrema de los pacientes al enfrentarse a la consulta odontológica. Se manifiesta habitualmente como estrés a la hora de acudir a la cita, o miedo por situaciones que no se pueden controlar.
También existen detonantes específicos para la ansiedad dental; por ejemplo, el sonido de los aparatos dentales o el contacto con elementos que puedan entenderse como amenazantes, como es el caso de las agujas.
Controlar estos detonantes o familiarizarse con ellos es una buena manera de evitar el pánico al dentista en tus pacientes, aunque resulta más difícil hacerlo que decirlo.
Miedo al dentista
Un tramo intermedio entre la ansiedad y la fobia, es el miedo al dentista, el cual puede manifestarse en distintos grados.
El miedo como tal se presenta ante situaciones que entendemos como peligrosas; es una reacción natural ante una amenaza. Puedes pensar que ir al dentista te causará algún daño y que vas a actuar con miedo, pero este no se manifestará hasta que estés en la silla del odontólogo.
Fobia al dentista u odontofobia
Sin duda se trata del nivel más alto de miedo al odontólogo, por lo que resulta más difícil aplicar técnicas para evitar ese rechazo en tus pacientes.
Se habla de una fobia al dentista cuando ya el miedo supera los niveles controlables por el paciente y afectan su vida cotidiana de manera negativa. En los casos que se presenta odontofobia, el nivel de rechazo y preocupación que puede causar una consulta con el dentista es exagerada y difícil de poner a raya.
Si tan solo pensar en la posibilidad de ir al dentista te puede ocasionar un ataque de pánico, entonces es posible que estés ante un caso de odontofobia, lo cual puede ser difícil de sobrellevar. Los pacientes que padecen este trastorno de pánico pueden descuidar su higiene y salud bucal, iniciando un círculo vicioso y no queremos que esto suceda.
Estas son las consecuencias del pánico al dentista
Como hemos venido mencionando, las personas que evitan acudir al dentista por causa de miedo o fobias pueden poner en riesgo su salud oral y física, ya que desde la boca pueden desarrollarse un montón de otras enfermedades que, al no ser detectadas a tiempo, afectarían el resto del cuerpo.
Además, por supuesto, también huir del dentista afecta el aspecto estético de tus dientes. Por todo ello, ayudar a evitar el miedo al dentista a tus pacientes es importante, ya que incluso se pueden llegar a perder piezas dentales a causa del descuido.
¿Cómo superar el miedo al dentista? Te damos las claves:
Sabemos que no es sencillo afrontar un miedo de este tamaño para ningún paciente, pero si eres odontólogo profesional, algo que puedes comenzar a hacer es tratar de ser más empático y mostrar compasión y paciencia.
Aunque la terapia psicológica puede ayudar muchísimo en los casos de fobias y ansiedad, en el consultorio odontológico se pueden poner en práctica algunas técnicas para reducir el pánico al dentista en tus pacientes, que seguro que lo agradecerán.
Promueve la buena comunicación
Pon a disposición de tus clientes un espacio seguro, en el que se respire un ambiente de paz y tranquilidad para que su visita a tu consulta comience con buen pie.
Lo primero que debes hacer es preguntar al paciente cómo se siente en el momento de la intervención, si hay algo que le ayudaría a sentirse más cómodo o si tiene algún miedo. Acto seguido debes informar siempre al cliente de cada paso que des, responder cualquier duda que se te plantee y prevenir que pueda sentir algún dolor o molestia.
Deja claro que el paciente puede indicar cómo se siente en cualquier momento, si desea hacer algún descanso o si quiere evitar algún tratamiento en particular. Ofrece alternativas para que haya las mínimas muestras posibles de pánico al dentista.
Mantén siempre una actitud amable y positiva
Ir al odontólogo no es tarea fácil para algunos, no lo hagas más complicado. Trata amablemente a tus pacientes e intenta comprender cuál es su situación o cómo se encuentran. Sé profesional, pero también brinda una actitud reconfortante.
Pero, sobre todo, no menosprecies el temor que puede sentir alguien.
Crea un ambiente relajante en tu consultorio
Otra manera de ayudar a evitar la fobia al dentista a tus pacientes es brindándoles un ambiente de relajación en el momento de ser atendidos. Puedes colocar un poco de música suave en tu consulta, quizá incienso o algún olor tranquilizante, o incluso darle un momento para respirar profundamente.
Como puedes notar, el pánico al dentista es real y frecuente, así que, como profesional, lo mejor que puedes hacer es diseñar o decorar tu espacio de trabajo de una manera más reconfortante y aprender a tratar con las personas sin juzgarlas.
Permite acompañantes
Sabemos que puede ser incómodo trabajar con demasiadas personas alrededor, pero para quienes sufren de miedo al dentista, puede ser de gran ayuda tener algo de compañía cerca. Por lo tanto, la última de las formas de evitar el pánico al dentista en tus pacientes es permitirles llevar a alguien o algo con ellos que les permita drenar su ansiedad.
¿Qué te han parecido nuestros consejos? ¿Se te ocurre alguno más? Si deseas saber más sobre cómo tratar a tus pacientes, puedes consultar nuestras actualizaciones de contenido.
